21-12-2009, anécdota real:

Cierto día, al ir a abrir una lata de Cocacola en casa, noté extrañado algo anormal en ella... Pesaba poco, demasiado poco... ¡Coño, que estaba vacía! ¡Pero cerrada! ¡Cerrada y vacía! ¡¿Cómo podía ser tal paranormal suceso?! ¡¿Cómo me habían podido vender una Cocacola vacía y yo haberla comprado tan felizmente sin ni darme cuenta?! Bueno, diré a mi favor que me la colaron en un pack, y claro... uno no se da cuenta al coger un pack de seis que pesa cinco sextos de lo habitual... Así que, una vez superé mi desilusión, una vez calmé de otra manera mi sed, y una vez acepté que soy la única persona del mundo capaz comprar una Cocacola vacía... pensé en guardar aquella lata como una curiosidad más. De hecho todavía la conservo con mucho cariño como un trofeo, como un tesoro, como un preciado objeto de coleccionista... en un armario de casa, como si fuera un objeto de decoración más, un muy absurdo objeto de decoración más. Cuando mi pareja se enfada conmigo... me amenaza con abrirla. ¡Y claro, ¿qué gracia tendría entonces...?! Me muero si algún día alguien me abre esa lata de Cocacola... sería la mayor putada que me podrían hacer. Mierda, para qué lo habré dicho :) PD: Por otro lado, tengo que hacer enormes esfuerzos por vencer la tentación de arrancarle la chapa :)

2 comentarios:

Eloi dijo...

una bolsa de patatas cayó de la máquina del trabajo...

pesaba UN HUEVO, mucho...

Pensamos... "una piedra?"

joder, pero es blando...

"una rata?"

No hubo huevos de abrirla.

Ignorance is a blessing.

Anónimo dijo...

puta CocaCola, la de latas que habrá vacías por el mundo y la de pasta que se habrán ahorrado, porque, quién coño va a ir a reclamar eso??? pues calcula, a 1 euro por lata.... ufff, mucha pasta!!!

INDIGNACIÓN