15-12-2009, palabrística:

A menudo, para animar a alguien a que coma alguna cosa (pero no ésa, no ésa...), usamos el típico refrán este de... "Tranquilo, que lo que no mata engorda"; pero... ¡¿me quiere alguien decir qué tipo de consuelo es ése?! Cuando lo usan conmigo pienso: muchas gracias por esas palabras tan amables y tan sabias, ahora ya no me importa comerme hasta un cactus si hace falta... Y es que, ¡¿qué tiene esa frase de bueno?! No sólo no descarta la posibilidad de que aquello tenga más veneno que una seta florescente, sino que además resulta que, si me salvo... la otra alternativa tampoco es nada alagüeña. Entonces... ¡¿qué esperanza me queda?! Pues para eso no me lo como y ya está, ¿no? Que es igual que lo de... - ¡Ostras qué susto! - ¡Pues haber elegido muerte!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

más cierto que el evangelio....seguro que algo tiene que ver...jejeje

Anónimo dijo...

Yo lo que suelo decir es: "trankila, que lo que no mata engorda, y lo que no, embaraza" (creo q no termina de arreglar las cosas..)