14-03-2010, cita:

"Sería necesario que cada uno viviera en su propia tierra. Los franceses, en Francia; los murcianos, en Murcia; los belgas, en Belgrado". Independientemente del carácter xenófobo (u ordenado, según se mire) de la frase, todavía destaca más por su apoteósico final. El autor de la célebre cita es un tal Joan Pich i Pon, una persona de orígenes humildes y escasa cultura (y ridículo nombre) que llegó a cargos políticos muy importantes en la Catalunya de principios de siglo XX (un ejemplo más, por cierto, de la preparación que es necesaria para llegar a lo más alto en política). Al parecer sus pifias verbales se hicieron muy famosas -tanto como para recibir el nombre de "piquiponadas"- por ser tan numerosas como hilarantes: Un día habló de la guerra "anglobritánica", otro día del "Tirano de Bergerac", y otro se le "erizaron los pelos del corazón"... En cierta ocasión, que quiso decir que se le había hecho justicia, dijo que le habían "ajusticiado", en otro momento, que quiso presentar a su sobrino filatélico, le llamó "sifilítico", e incluso llegó un día en que quiso presentarse por... ¡la "circuncisión" de Barcelona! Personalmente, el lapsus que más gracia me hace es: "Estas obras me han costado un huevo..." y hasta aquí bien, pero al observar la expresión ante tal comentario de alguna de las señoras presentes, lo arregló añadiendo: "¡...de la cara!". Y es que hasta él mismo era tan consciente de sus propias pifias, que un día reconoció...: "¡El otro día dije una... de órgano!". Y hasta aquí el recopilatorio... de sus más recordados gazpachos, digo... ¡gazapos! (Fuente)

3 comentarios:

yo mismo con mi mecaniquinismo dijo...

jejeje, si es que, así gana el Madrid, digo, así va el país....

Anónimo dijo...

Catalunya innova! Luego vienen los yankis y nos copian, véase Bush.

Eloi dijo...

Anónimo? Voicot!!!