03-01-2010, relato breve:

El diagnóstico más curioso que he hecho nunca como médico fue en una visita domiciliaria. Una señora llamó diciendo que su marido estaba "más callado de lo normal", y una vez llegué a la casa, me di cuenta de que aunque el marido estaba mal... aún peor andaba ella. Con una sola respuesta, aquella señora me demostró tener mal los cinco sentidos: "Tiene razón doctor, es extraño que siga enamorada de mi marido", me dijo. En primer lugar, demostró tener muy mal la vista porque yo no soy doctor, soy doctora. Además, dejó ver un gusto horrible al reconocer haberse casado realmente con aquel hombre. Por otro lado, mostró un pésimo tacto haciendo ese cruel comentario en las mismas narices del marido, quien estaba sentado allí mismo, en la misma mesa que nosotras. Y finalmente demostró tener un oído malísimo, ya que yo en realidad no le había dicho nada de que "fuera extraño que estuviera enamorada de su marido".. sino que "era extraño que estuviera morado su marido"... ya que aquel hombre llevaba sentado, en aquella silla de cocina, por lo menos dos semanas enteras absolutamente muerto. Y es por esto que la señora demostró tener, además, un paupérrimo olfato :)

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