09-12-2009, reflexión:

"Tan sólo sé tú mismo"... sin duda alguna vez te lo habrán aconsejado, como si fuera sinónimo de honestidad y éxito, como si cumpliendo esta máxima todo fuera a salir bien. Pero... ¿alguien sabe realmente quién es? Mejor dicho, ¿alguien sabe cuántas personas diferentes es? Quiero decir... resulta que eres el hijo de tus padres, el hermano de tu hermano, el padre de tus hijos (actuales o futuros)... El amante de tu amante, la pareja de tu pareja... y quizá el chico de ojos bonitos que esa chica se cruza a diario. Eres el vecino de arriba de tu vecino de abajo, el subordinado de tu jefe, el jefe de tu subordinado... El amigo al que deben la vida, el amigo al que llaman una vez al año, el amigo al que no le contestan las llamadas... Eres el perezoso de las mañanas, el revolucionario de las tardes, el borrachillo de las noches, y... ¡¿aún crees que eres la misma persona en todas esas situaciones?! En muchas ocasiones ni te reconocerían algunas de estas personas mientras te comportas como sueles con el resto. Entonces... ¡¿realmente quién eres?! ¿La suma de todos éstos aunque se contradigan? ¿Sólo uno de ellos y en el resto de casos estás fingiendo? Es más, ¿y si en realidad no eres ninguno de éstos... sino alguien totalmente distinto a todos? Por eso, cuando me dicen "tan sólo sé tú mismo"... estoy, en realidad, más perdido que nunca. Reflexión de Iñaki Ameijeiras (hoy me ha salido el post gratis)

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