25-08-2008, reflexión:
La tele en directo tiene un gran mérito y un gran riesgo a la vez. De vez en cuando, los programas en vivo nos ofrecen cierto tipo de morbosa situación que a mí me encanta morbosamente presenciar: cuando al presentador no le está gustando nada la actuación de un colaborador, y está deseando durante toda su intervención que la acabe cuanto antes. Se produce entonces un momento tenso, incómodo, y difícil de disimular. Lo he detectado alguna vez en Crónicas Marcianas, a menudo en el Hormiguero... pero el mejor ejemplo lo viví el pasado 20 de agosto en "Buenafuente ha salido un momento", de la mano de Berto como cabreado presentador, y David Guapo como desafortunado colaborador (que conste que este chaval es mucho mejor que lo que demostró ese día...): video (lo siento, es largo... pero de tensión creciente)
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